11 noviembre, 2024

Solo el 17% de los Objetivos de Desarrollo van por buen camino.

El último informe sobre la Agenda 2030 revela que, sin una inversión masiva y un aumento de políticas efectivas, su consecución seguirá siendo difícil de alcanzar. El documento destaca avances como el auge de las energías renovables. Sin embargo, hay más personas que padecen hambre en comparación con 2019 y el número de civiles muertos en conflictos armados se ha disparado.

A tan solo seis años de la fecha de plazo, el progreso actual de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) está muy por debajo de lo necesario. Según el último informe al respecto, publicado este viernes, sólo el 17% de las metas van por buen camino. Sin una inversión masiva y un aumento de políticas efectivas, el plan para un mundo más resiliente y próspero seguirá siendo difícil de alcanzar, advierte el documento.

“La conclusión es simple: Nuestra incapacidad para asegurar la paz, enfrentar el cambio climático e impulsar las finanzas internacionales está socavando el desarrollo”, declaró el Secretario General de la ONU durante la presentación del informe.

António Guterres enumeró algunos avances, como el aumento de la paridad en la educación de niñas y niños, el aumento del número de mujeres que han conseguido romper el techo de cristal tanto en política como en los negocios, la mejora del acceso a internet, el descenso del número de casos de VIH y el auge de las energías renovables.

“Tenemos lo necesario para abrirnos paso hacia un futuro mejor (…) Pero la velocidad y la escala de los cambios necesarios para el desarrollo sostenible siguen siendo demasiado lentas”, añadió Guterres, al tiempo que instó a los países a acelerar las acciones en torno a la paz y las transiciones energética y digital.

Más conflictos, más pobreza

Según el informe, casi la mitad de los Objetivos muestran un progreso mínimo o moderado y más de un tercio están estancadas o retroceden.

Los efectos persistentes de la pandemia COVID-19, la escalada de los conflictos, las tensiones geopolíticas y el creciente caos climático han obstaculizado gravemente el progreso.

Además, 23 millones de personas más se vieron empujadas a la pobreza extrema y unos 100 millones más padecieron hambre en 2022 en comparación con 2019.

El número de muertes de civiles en conflictos armados se disparó en 2023. Ese año también fue el más cálido registrado, con temperaturas globales cercanas al umbral crítico de 1,5 °C.

Tres prioridades urgentes

“Este informe pone de relieve la urgente necesidad de una cooperación internacional más fuerte y eficaz para maximizar el progreso a partir de ahora”, dijo Guterres. “A falta de más de seis años, no debemos detenernos en nuestra promesa de 2030 de acabar con la pobreza, proteger el planeta y no dejar a nadie atrás”.

El documento destaca tres prioridades urgentes:

Financiar el desarrollo: El déficit de inversión en los Objetivos en los países en desarrollo asciende actualmente a cuatro billones de dólares al año. Los países en desarrollo necesitan más recursos financieros y espacio fiscal. La reforma de la arquitectura financiera mundial es crucial para desbloquear el volumen de financiación necesario para impulsar el desarrollo sostenible

Paz y seguridad: El número de desplazados forzosos ha alcanzado un nivel sin precedentes, casi 120 millones en mayo de 2024. Las víctimas civiles aumentaron un 72% entre 2022 y 2023 en medio de una escalada de la violencia, lo que pone de relieve la urgente necesidad de paz. Resolver los conflictos en curso a través del diálogo y la diplomacia es esencial

Aumento de las inversiones y asociaciones efectivas para impulsar transiciones críticas en alimentos, energía, protección social y conectividad digital

Avances y oportunidades de acción

El documento destaca que la capacidad mundial de generación de electricidad a partir de energías renovables ha comenzado a expandirse a un ritmo sin precedentes, con un crecimiento anual del 8,1% durante los últimos cinco años.

Sin embargo, los niveles de deuda externa se han mantenido en niveles sin precedentes en los países en desarrollo. Alrededor del 60% de los países de renta baja corren un alto riesgo de sobreendeudamiento o ya lo están experimentando, lo que limita su capacidad de financiar la acción climática.

Además, por primera vez en este siglo, el crecimiento del PIB per cápita en la mitad de las naciones más vulnerables del mundo es más lento que el de las economías avanzadas.

Por otra parte, las temperaturas récord de los océanos han desencadenado un cuarto episodio mundial de blanqueamiento de corales.

En relación con la eliminación de la violencia contra la mujer, según los datos recogidos en 2022 en 120 países, más de la mitad de ellos carecían de leyes que prohíban la discriminación de la mujer.

Los avances en educación siguen siendo muy preocupantes, ya que sólo el 58% de los estudiantes de todo el mundo alcanzan un nivel mínimo de competencia en lectura al final de la escuela primaria.

La Cumbre del Futuro, que se celebrará los días 22 y 23 de septiembre en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, será fundamental para encarrilar al mundo hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo.

Las deliberaciones de la Cumbre incluirán abordar la crisis de la deuda que está frenando a tantos países en desarrollo y la urgente necesidad de reformar la arquitectura financiera internacional.

Por otra parte, tanto la Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo como la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social de 2025 serán también momentos clave.

En este contexto, el secretario general adjunto de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, Li Junhua, declaró que “el tiempo de las palabras ha pasado: las declaraciones políticas deben traducirse urgentemente en acciones. Debemos actuar ahora, y con valentía”.