Nuria Diosdado: La primera ‘medalla’ en nado artístico de la capitana de México.
Nuria Diosdado es la capitana de México en nado artístico en los Juegos Olímpicos de París 2024 y asume que, gracias a los cambios en el sistema de puntuación, las medallas en este deporte son más impredecibles que nunca.
Esto significa que es una gran chance para que México logre la primera en su historia, después de conseguir dos triunfos en la Copa del Mundo en esta misma alberca del Centro Acuático de París.
Esta, sin embargo, no sería la primera de Nuria Diosdado.
Nuria Diosdado empezó en el nado cuando solo tenía dos años por imitación de su hermana.
“Era muy pequeña y evidentemente mis papás buscaban algo que me entretuviera. Somos dos hijas, hijas de pediatras, y lo básico para ellos era que hiciéramos una disciplina deportiva y una disciplina artística. De la parte artística, tocábamos piano desde los tres años. Y, como mi hermana tenía asma, uno de los remedios es hacer natación.
Entonces así es como llego al agua. Sin embargo, ya la natación artística fue por voluntad propia”, empieza a contar Diosdado.
“Pero ir y venir en la alberca a mí no se me hacía como tan agradable. Yo veía a las niñas de nado sincronizado que nadaban con música y un día le dije a mi mamá: ‘Yo quiero hacer todo eso’. Y así es como empiezo a combinar la natación con la natación artística. Llegué al deporte sin una inspiración: yo no sabía lo que era, simplemente me gustaba que era en el agua y era con música”.
Aunque no tuviera esa inspiración en sus inicios, pronto encontró el motor que le decidió por impulsar su carrera en natación artística.
“Durante todo ese camino es cuando veo los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, empiezo a ver a las potencias, empiezo a saber que es un deporte, a saber que es una competencia y de ahí, bueno, pues la historia se cuenta sola”.
La carrera de Diosdado tuvo otro momento en el que todo cambió: el Mundial de Barcelona 2023.
“Viajo como espectadora. Tenía 12 años y, cuando estaba en la grada, veo a una de mis ídolos y, he tenido la oportunidad de decírselo y de ahora, llamarle amiga: Gemma Mengual, una de las mejores exponentes y líderes de nuestro deporte a nivel mundial y de España. Y la veo competir. Me enamora tanto como la francesa Virginie Dedieu, que son nuestras dos diosas de la natación artística mundial y las veo nadar. Veo también a la Selección mexicana, las veo competir y recuerdo regresar de ese viaje, recuerdo decirles a mis papás ‘Yo quiero ser ellas, quiero hacer lo que se tenga que hacer para llegar a unos Juegos Olímpicos, para llegar a la Selección nacional mexicana'”, rememora Diosdado.
Definitivamente aquel Mundial, en el que no participó, le cambió la vida.
“Ahí hay un cambio de mentalidad definitivamente de mis papás. Yo creo que la primera medalla de los deportistas son quienes te mantienen, quienes son tu motor, quienes son tu vehículo para llevarte a entrenar todos los días y mantenerte en esa disciplina. En mi caso, son mis papás”, reflexiona.
“En ese momento mis papás se comprometen junto conmigo a hacer un cambio de vida como familia para que una de sus hijas fuera deportista”.
En ese momento tuvo el impulso para que comenzara dentro de ella la “obsesión” por la natación artística.
“Ese fue un parteaguas en mi carrera deportiva porque yo me obsesiono con el deporte. Recuerdo regresar de ese Mundial 2003 con los vídeos de esas nadadoras y verlos todas las noches en cámara lenta, poner sus movimientos… Me acuerdo que todavía teníamos cassette – el VHS. Lo metíamos en la máquina y era ponerlo en cámara lenta y yo intentar al siguiente día en la alberca hacer lo que ellas hacían. Incluso elegí una canción de una de ellas, de la francesa, que yo inmediatamente nadé”, sigue recordando Diosdado, quien ahora es ella la que sirve de inspiración.
Este rol dentro del deporte de élite es algo que se toma en serio gracias a la inspiración que ella tomó de Gemma Mengual y de Virginie Dedieu.
“Es muy importante esa parte de la inspiración, de ser consciente de cómo hay tantos atletas, tantos niños, tantas personas que, sin que tú te des cuenta, te están viendo y que pueden hacer un cambio en su vida como lo hicieron conmigo”, reflexiona
Nuria Diosdado sobre ser madre tras su retiro: “Cada vez lo veo más cerca”
Ella tiene como principal motor a sus padres y espera también serlo de su próximo hijo o hija.
Pero para ello, quiere retirarse antes en la alberca, algo que nunca ha hecho a pesar de haberlo pensado en varias ocasiones.
“Como deportista, entre más pasan los años, al final tú sabes que tienes un reloj de arena, que es difícil detener, que es difícil posponer, que sabes que es un cambio de vida. Me he dedicado mi vida entera a esto prácticamente. Recuerdo que, después de los Juegos Olímpicos de Londres, pensé que ahí se acababa mi carrera. Seguí a Río 2016 y también lo mismo. Regresé muy quemada mentalmente de esos Juegos Olímpicos. No sabía si físicamente iba a aguantar a Tokio. Y después de Tokio es como que llegó un boom a mi vida. Me comprometí, me casé, cumplí sueños en mi vida que yo pensaba que tenían que posponerse para poder ser o una u otra. Y creo que el éxito de mi carrera deportiva ha sido que he podido compaginar muchas ‘Nuria Diosdado’ dentro de la Nuria deportista”, empieza a contar.
Ahora sí que ve el retiro más cerca, después de los Juegos Olímpicos de París 2024.
“El retiro evidentemente cada vez lo veo más cerca, lo veo como un retiro soñado, como un retiro histórico. He pensado que París puede ser ese escenario y sin duda alguna, será una nueva historia, un nuevo capítulo, más allá de verlo como un fin”, asume.
“Pero creo que esa decisión se toma después de una pausa, después de enfriar la cabeza, de bajar las emociones y ya con esa sensatez, con esa claridad de cuál es el siguiente paso: Me encantaría ser mamá, formar una familia. Veré qué pasa después de París”.
Fuente: Olímpicos.com