17 octubre, 2024

El pueblo de Maní en Yucatán, México, es reconocido por ONU Turismo con el distintivo Best Tourism Villages.

En la península de Yucatán, Maní es es un antiguo pueblo e importante centro de la cultura maya. Las raíces de este pueblo son sólidas, respaldadas por leyendas, tradiciones, ritos y fiestas, por la cosmovisión de su gente.

Como ocurrió con muchos otros lugares de México, el nombre del pueblo se debe a un malentendido de la lengua maya. El nombre actual del pueblo significaba originalmente «Lugar donde todos pasan», para luego simplificarse a «lugar donde todo pasó» convirtiéndose en una frase histórica dados los acontecimientos ocurridos en 1567, cuando Fray Diego de Landa, misionero español de la orden franciscana, quemó todos los códices y libros mayas de la antigua civilización.

Su principal actividad económica es la agricultura y la ganadería, pero el turismo rural se ha ido consolidando en los últimos años, revalorizando actividades como la cría de abejas meliponas y el bordado a mano de prendas típicas como el huipil y las guayaberas.

Un lugar lleno de leyendas, como la del cenote Xcabachén transmitida de generación en generación. También forma parte de la Ruta de los Conventos con su enigmático Ex Convento de San Miguel, lugar de las construcciones religiosas coloniales más representativas de Yucatán de los siglos XVI y XVII.

Maní es un destino emergente para el turismo internacional, ideal para encontrar tranquilidad, tradición y la cultura maya viva. El turismo rural, como motor de desarrollo, ha propiciado una derrama económica estratégica para la transformación sustentable, permitiendo la comunión entre nuevas tecnologías y nuevas experiencias significativas, promoviendo la preservación del territorio, con un enfoque de prosperidad e inclusión social y económica.

Reingeniería del desarrollo de Maní

Maní Verde es el proyecto creado para dar una nueva perspectiva al emprendimiento local, fomentando la sostenibilidad social, económica y ambiental. El plan incluye mesas de sensibilización, talleres de creatividad y softskills, cursos de empresa familiar, evaluación de la sostenibilidad, planificación financiera y valorización turística del territorio. Dejar que las voces se escuchen.

Maní ve su futuro liderado por la comunidad, dando crédito a la voz de la gente que vive, trabaja y disfruta cada día de la belleza de su pueblo. ¿Cómo? Con la consolidación de comités de participación ciudadana, que contribuyan con las autoridades a proteger y preservar el patrimonio cultural y natural de la zona.

El turismo viene de la tierra

El turismo rural en Maní se expresa a través de atractivos ligados en su mayoría al sector primario, que incluye actividades como la agricultura, ganadería, apicultura y avicultura, lo que genera experiencias únicas en cultura, gastronomía y ecoturismo como las visitas a hobones o la exploración del Solar Maya Tradicional.

Fuente : ONU Turismo