El mundo no será mejor sin Dios: Iglesia.

Rocio Hernandez Monreal

Durante la homilía dominical en la Catedral Metropolitana, el Arzobispo de León, Jaime Calderón Calderón, se dejó como principal mensaje que la tentación de una falsa libertad al estar liberado o alejado de Dios, no hará un mejor mundo, ni una mejor sociedad, al contrario, entre más distanciados estén, será mayor el golpe.

Lo anterior lo reflexiona al hablar de la conversión del hijo pródigo que trata de un proceso de vida donde un jóven que cree que salir de casa lo hará encontrar la felicidad con una fascinación de una libertad ilusa y saca de su mente y corazón a Dios; sin saber que el mundo no será mejor sin Dios.

“Algo que está aconteciendo en la sociedad nos hace pensar que el hombre podrá ser feliz cuando quite a Dios del centro, que Dios significa un estorbo para que el hombre se sienta plenamente hombre, libre y que si es Dios con sus mandamientos es mejor hacerlos a un lado porque así podremos vivir más libres y autónomos.

Esa es una fascinación ilusa de pensar que el mundo será mejor sin Dios que es el autor de la vida”, aseveró el Arzobispo en su intervención durante la homilía.
Señaló que en ocasiones se les hace fácil dejar la casa y crear ilusiones falsas sin valorar lo que se tiene enfrente por querer alcanzar objetos de valor mundano.

“En ocasiones no conocemos el valor de nuestra familia, no valoramos el estar en la vida de Dios, muchas veces no hemos recapacitado en el cobijo que significa la presencia de Dios, lo hemos experimentado pero no hemos hecho conciencia de lo que significa vivir con la plenitud de confianza de Dios.

Cuando se genera en la vida una mayor expectativa y no lo logra, al pisar la realidad es más duro el golpe o la caída porque nos postramos a ilusiones ficticias”, anunció.

Finalizó al referir la importancia de valorar lo que cada uno tiene, valorar la vida y no ilusionarse pensando que todos los bienes, que todas las cosas te van a dar felicidad ahí afuera.

“Valora lo que tienes, valora la experiencia de amor de un padre misericordioso con su hijo Jesucristo, que nos ha mostrado el valor que tiene a cada uno de sus hijos e hijas, porque Dios padre siempre te ha amado” puntualizó el Arzobispo Jaime Calderón Calderón.