El Gobierno de Trump amenaza con sanciones penales a inmigrantes indocumentados que no envíen su información a nueva base de datos.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de los Estados Unidos anunció el martes una medida que podría tener graves implicaciones para los inmigrantes indocumentados. Según las autoridades, aquellos que no envíen su información a una nueva base de datos podrían enfrentar sanciones penales. Esta nueva política parece estar dirigida a personas que aún no han sido identificadas por el gobierno federal, quienes evaden la captura en la frontera y logran ingresar al país sin ser inspeccionados.
El gobierno federal ya recopila datos de los migrantes detenidos en la frontera, pero con esta medida se busca obtener información adicional sobre aquellos que han ingresado de manera irregular, evitando ser detectados por las autoridades. La nueva base de datos representa un esfuerzo por rastrear a un segmento creciente de la población inmigrante que aún no está en el radar del gobierno.
Por otro lado, la medida no afecta a los residentes permanentes legales, conocidos comúnmente como titulares de “green card”, ni a aquellos que llegaron a EE.UU. con una autorización de permanencia temporal. Este grupo no necesita registrarse ni enviar información.
El incumplimiento de esta medida podría dar lugar a consecuencias serias, incluyendo el procesamiento penal de aquellos que no cumplan con el requisito de registro, lo que aumenta la preocupación entre la comunidad inmigrante que teme ser blanco de persecución aún si han estado en el país durante años sin ser detectados.
Este nuevo enfoque, parte de la estricta política migratoria de la administración Trump, pone de manifiesto el endurecimiento de las medidas para controlar la inmigración irregular y la creciente vigilancia sobre aquellos que permanecen en el país sin autorización. Sin embargo, aún queda por ver cómo se implementará esta base de datos y qué impacto
